Resiliencia y Solidaridad: Cómo las residencias de mayores afrontaron el gran apagón de 2025
El 28 de abril de 2025, la Península Ibérica experimentó uno de los apagones eléctricos más significativos de su historia reciente, afectando a millones de personas en España y Portugal. En medio de esta crisis energética, las residencias de mayores demostraron una notable capacidad de adaptación y una profunda solidaridad, garantizando el bienestar de sus residentes a pesar de las adversidades.
Un Desafío Inesperado para las Residencias de Mayores
La interrupción del suministro eléctrico supuso un reto sin precedentes para las residencias de mayores, donde la dependencia de la electricidad es crucial para el funcionamiento de equipos médicos, sistemas de comunicación y servicios básicos. La falta de información clara y la caída de servicios clave como el 112 generaron preocupación entre los equipos de atención, que, sin embargo, respondieron con una entrega ejemplar.
Ignacio Fernández-Cid, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), destacó que la jornada "puso a prueba, una vez más, la fortaleza, el compromiso y la profesionalidad de todo el sector de la atención a la dependencia".
La Importancia de los Generadores y el Suministro de Oxígeno
Uno de los principales desafíos fue garantizar el suministro continuo de oxígeno para los residentes que lo requerían las 24 horas del día. En muchos casos, se utilizaron generadores eléctricos y transformadores para mantener en funcionamiento los dispositivos de oxigenoterapia y las camas eléctricas, permitiendo que los cuidados se mantuvieran con relativa normalidad.
Además, las cocinas de gas permitieron continuar con el servicio de alimentación en la mayoría de los centros, y donde no fue posible, se reorganizaron los menús para ofrecer soluciones sencillas pero suficientes.
Solidaridad y Compromiso del Personal y la Comunidad
La respuesta del personal de las residencias fue ejemplar. Muchos profesionales, incluso en sus días de descanso, se presentaron voluntariamente para colaborar y sostener la atención a los mayores y personas dependientes. La colaboración de fuerzas de seguridad, autoridades políticas y responsables administrativos también fue fundamental, ya que en muchas localidades se acercaron a los centros para prestar ayuda directa, facilitar derivaciones hospitalarias o asegurar el suministro de gasoil necesario para mantener en marcha los generadores eléctricos.
El Papel de la Atención Domiciliaria y la Teleasistencia
Los servicios de atención domiciliaria también enfrentaron el desafío con excelencia. Gracias a los sistemas de atención ininterrumpida (SAIs), se mantuvieron la alimentación de los equipos y las comunicaciones activas durante todo el día hasta que fueron recuperadas las redes ordinarias. La comunicación continua de los profesionales con los proveedores de oxígeno y con el 112 permitió garantizar el seguimiento a las personas en sus domicilios.
Lecciones Aprendidas y Preparación para el Futuro
Este evento ha resaltado la necesidad de contar con planes de contingencia robustos y sistemas de respaldo eficientes en las residencias de mayores y en los servicios de atención domiciliaria. La capacidad de adaptación y la solidaridad demostradas durante el apagón son un testimonio del compromiso del sector con el bienestar de las personas mayores y dependientes.
Es esencial que las autoridades y las organizaciones del sector trabajen conjuntamente para fortalecer la infraestructura y los protocolos de emergencia, asegurando que, ante futuras crisis, se pueda garantizar la continuidad de los cuidados y la seguridad de los residentes.