Reforma de la ley de dependencia: más derechos, menos barreras y un enfoque en la atención domiciliaria

Reforma de la ley de dependencia: más derechos, menos barreras y un enfoque en la atención domiciliaria

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar próximamente un anteproyecto de ley destinado a reformar la Ley de Dependencia y la Ley de Discapacidad. Con esta iniciativa, el Gobierno busca establecer estándares mínimos de calidad, garantizar un acceso más equitativo a los servicios en todo el territorio español y corregir algunas restricciones impuestas en el pasado.

Esta reforma supone un paso importante en la transformación del sistema de cuidados en España, alineándose con la estrategia estatal aprobada en junio de 2024. Su principal objetivo es fomentar la desinstitucionalización de los cuidados, promoviendo que las personas mayores y en situación de dependencia puedan recibir asistencia en sus propios hogares en lugar de verse obligadas a ingresar en residencias.

A continuación, se detallan los principales cambios y mejoras que traerá esta reforma.

Principales cambios de la reforma

1. Fin de las incompatibilidades en las prestaciones

Hasta ahora, en algunas comunidades autónomas, las prestaciones de dependencia no podían combinarse, lo que limitaba el acceso de las personas a diferentes tipos de asistencia. Con la nueva ley, esta restricción desaparecerá, permitiendo que se utilicen de forma simultánea servicios como centros de día, ayuda a domicilio y teleasistencia.

Esto garantizará una atención más integral y personalizada, adaptada a las necesidades de cada persona, sin importar en qué parte de España resida.

2. Creación de nuevos derechos para dependientes y cuidadores

La reforma incluirá nuevos derechos que reforzarán la libertad de elección de las personas en situación de dependencia. Uno de los cambios más significativos será el reconocimiento del derecho a decidir dónde y cómo recibir los cuidados.

Según Mayte Sancho, directora general del Imserso, esto implica "un cambio cultural importante", ya que las personas podrán optar por seguir viviendo en su hogar con la asistencia necesaria en lugar de ingresar en una institución.

Asimismo, se establecerán más derechos para los cuidadores, especialmente para los familiares que asumen la tarea de cuidado sin recibir una compensación adecuada.

3. Ampliación del acceso a las prestaciones

Uno de los obstáculos actuales del sistema es que muchas personas mayores sin familiares cercanos no pueden acceder a ciertos beneficios. La reforma cambiará esto, permitiendo que el entorno relacional de una persona (amigos, vecinos o cuidadores de confianza) pueda ser considerado para recibir apoyo y ayudas económicas.

Este cambio busca dar respuesta a la realidad de muchas personas que, aunque no tengan familiares directos, cuentan con redes de apoyo cercanas.

4. Eliminación del periodo de carencia en las ayudas económicas

Uno de los aspectos más criticados del actual sistema de dependencia es el largo tiempo de espera para acceder a las prestaciones económicas destinadas a cuidados en el hogar.

Desde 2012, con el objetivo de reducir el gasto público, se estableció un periodo de carencia de hasta dos años antes de recibir estas ayudas. Esto ha generado situaciones en las que muchas personas han fallecido antes de poder beneficiarse del apoyo económico.

Con la reforma, este periodo de carencia será eliminado, asegurando que las prestaciones se otorguen desde el momento en que se reconoce la necesidad o, como máximo, seis meses después de presentar la solicitud.

5. La teleasistencia será un derecho garantizado

Actualmente, solo el 35,8% de las personas dependientes en España tienen acceso a la teleasistencia, un recurso clave para garantizar su seguridad y bienestar en el hogar.

Con la nueva normativa, este servicio pasará a ser un derecho subjetivo, es decir, garantizado por ley para todas las personas que lo necesiten.

El objetivo es fomentar el uso de la teleasistencia como una herramienta clave en el modelo de cuidados, facilitando que más personas mayores y dependientes puedan vivir de manera segura en sus casas.

6. Refuerzo de la ayuda a domicilio

La asistencia domiciliaria es una de las grandes apuestas de esta reforma. Hasta ahora, esta prestación estaba limitada a la atención individual dentro del hogar de la persona dependiente. Sin embargo, la reforma permitirá que se amplíe a viviendas colaborativas y apartamentos con servicios compartidos.

Esto significa que los mayores que opten por vivir en comunidades de cohabitación podrán recibir ayuda de forma más eficiente, favoreciendo nuevas formas de envejecimiento activo.

7. Creación de un servicio de préstamo de productos de apoyo

Muchas personas en situación de dependencia necesitan productos específicos para mejorar su autonomía, como sillas de ruedas, andadores, audífonos o dispositivos para la adaptación del hogar.

Para facilitar el acceso a estos elementos, la reforma creará un servicio público de préstamo, reduciendo los costes para las familias y garantizando que todos los dependientes puedan acceder a las herramientas necesarias para mejorar su calidad de vida.

8. Regulación de la asistencia personal y eliminación de sujeciones

Uno de los aspectos más innovadores de la reforma es la regulación de la asistencia personal no solo como una prestación económica, sino también como un servicio público o privado acreditado.

Además, la nueva normativa promoverá la eliminación del uso de sujeciones físicas en personas dependientes, garantizando una atención más respetuosa y digna.

Un modelo de cuidados más justo y accesible

La reforma de la Ley de Dependencia representa un avance significativo en la mejora de los servicios sociales en España. Con medidas como la eliminación de incompatibilidades, el refuerzo de la asistencia domiciliaria y la ampliación del acceso a prestaciones, el Gobierno busca garantizar una mayor equidad en el sistema de cuidados.

Sin embargo, la implantación de estas medidas será progresiva, ya que requiere una inversión considerable en recursos y financiación. Aun así, se espera que los cambios introducidos tengan un impacto positivo en la calidad de vida de miles de personas mayores y dependientes, facilitando que puedan recibir la atención que merecen sin verse obligadas a dejar sus hogares.