Ignacio Fernánadez-Cid

Josep de Martí entrevista a Ignacio Fernández-Cid

Josep de Martí entrevista a Ignacio Fernández-Cid sobre el Acuerdo Marco en Madrid, el Convenio catalán y la relación entre patronales.

Reproducimos de forma íntegra la entrevista que realiza Josep de Martí el pasado 3 de Marzo en Dependencia.info

«Ignacio Fernández-Cid, presidente de FED, es un referente en el sector de las residencias. Poca gente lleva eso de ser empresario tan metido dentro como él, que hace ya unos cuantos años ganó el premio nacional ‘Joven Empresario del año’ de la Confederación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios y, a partir de una pequeña residencia, dio forma a lo que ahora es el Grupo Casablanca con nueve distribuidas entre Madrid y Castilla-La Mancha.

Conocí a Ignacio en el primer viaje a Suecia que organizamos en Inforesidencias en 2006. Entonces él era presidente de la patronal madrileña AMRTE. Después hemos coincidido en varias ocasiones, en diferentes lugares de España, en incluso en Chile. Hoy le entrevisto en la distancia, gracias a la tecnología, en su papel de presidente de la FED, la Federación Empresarial de la Dependencia.

Me gustaría más poder haber hecho la entrevista “en persona”, pero para vernos en tres dimensiones tendremos que dejar pasar un tiempo.

Quiero repasar la negociación del VIII Convenio, los anuncios recientes producidos en Madrid y Cataluña, la actuación de residencias y administraciones en relación con la pandemia y la relación entre patronales. No quiero hacer sólo preguntas fáciles, pero tampoco soy periodista, así que empiezo directamente con temas laborales.

Parece que la luz al final del túnel de la pandemia tiene las formas de vacunación masiva y de subida de precios de concertación. En Cataluña se ha publicado un aumento del 4%, que pretende alcanzar el 12, y en Madrid se ha anunciado otro que situará la plaza en más de 70 euros al día. ¿Estamos en un momento “histórico”?

La pandemia ha puesto de manifiesto que somos un sector con unas grandes magnitudes, damos servicio diariamente a más de 1.825.000 personas mayores en los distintos ámbitos de asistencia que conforman nuestra oferta: residencias, centros de día, ayuda domiciliaria y teleasistencia. Sin embargo, somos unos perfectos desconocidos.

Creo que empieza a haber un sentimiento en la sociedad en general, y entre los políticos y Administraciones en particular, sobre la necesidad de que los servicios de calidad tengan unos precios dignos. Si comparamos, los precios públicos en residencias, con un coste diario por plaza de 170 euros, con el de concierto, que es de 54 euros, vemos que se trata de una diferencia de más del 300% y eso no es razonable ni sostenible.

En Cataluña se ha aprobado un incremento del 4% para el siguiente año, en Madrid el acuerdo al que se ha llegado supone un incremento del 28,3% con respecto al precio actual, es decir llegar a 72 euros más IVA. No sé si podemos calificarlo de histórico, pero al menos sí muy significativo.

Tanto en la Comunidad de Madrid como Cataluña se persigue vincular de alguna forma la subida de tarifas con mejoras salariales. ¿Cómo han optado hacerlo en Madrid?

Creo que es de justicia que, si se produce un incremento en los conciertos, parte de ese incremento deberá revertir en mejoras laborales e incrementos de plantilla. Sin embargo, hay que destacar que en los últimos diez años los costes salariales se han incrementado alrededor de un 10% sobre los precios de concierto, por lo que parte de esa mejora deberá ir a compensar ese hecho y hay que tener en cuenta que somos un sector muy heterogéneo, en el que conviven empresas que gestionan centros y servicios, pero NO todos conciertan con las Administraciones públicas, y este hecho hay que tenerlo en cuenta.

En el caso de Madrid se ha optado por la solución que da más seguridad jurídica y a la vez es la más correcta, y es que aquellos centros que quieran concertar plazas con la Comunidad reciban una mayor valoración en puntos al ofertar voluntariamente un incremento salarial del 1,5% con respecto al convenio vigente.

Para alguien que no esté muy metido en el mundo de las residencias, cuando se habla de un acuerdo “entre patronales y administración”, puede parecer que los empresarios van unidos. ¿Ha sido así en la negociación del Acuerdo Marco de Madrid?

Ante todo, quiero reconocer el esfuerzo de interlocución que han hecho los responsables de la Consejería de Política Social y Familia de la CAM y su predisposición a alcanzar acuerdos. Por parte de las patronales ha habido mucha generosidad y pragmatismo, de tal forma que siempre hemos llegado con unanimidad previa en todos los temas que se han planteado en la negociación, así que estamos muy satisfechos de la unidad que hemos tenido desde la legítima posición inicial de cada patronal.

Evidentemente, se han quedado algunos temas importantes por desarrollar, pero confiamos que se aborden cuando se actualice la Normativa en Madrid.

¿Cómo va la negociación del VIII Convenio Marco de la dependencia?

La negociación del VIII Convenio Marco está en una parada “técnica”, ya que en la última reunión efectiva que se tuvo de la mesa de negociación, en octubre del 2019, los sindicatos nos plantearon como condición sine qua non para seguir negociando, una subida retributiva del 10% para todas las categorías profesionales, además de mejoras en cuanto a días de libre disposición, bajada de horas trabajadas, etc…

Todo ello incrementaba el coste de empresa en cifras que las empresas no podían asumir, dado los precios, tanto concertados como privados, que se estaban cobrando al usuario.

Actualmente, tras la crisis del coronavirus y los incrementos en costes que las empresas han tenido que asumir, en muchísimos casos sin ningún tipo de ayudas por parte de la Administración, derivados de los EPIs para profesionales, test de pruebas, espacios seguros, bajas de personal, etc… añadido al aumento de plazas desocupadas, hacen que esta pretensión de incremento retributivo por parte de los sindicatos esté fuera de la realidad.

Necesitamos un compromiso fuerte y real por parte de las Administraciones que apueste decididamente por impulsar un sector que se ha demostrado esencial, para poder abordar con garantías de éxito estas mejoras en las condiciones laborales de nuestros trabajadores que todos consideramos necesarias.

Mientras esa negociación estatal sigue su curso, desde Cataluña se anuncia la negociación de un convenio colectivo de nivel autonómico para aplicar a residencias con ingresos públicos superiores al 60% ¿Por qué no ve bien la FED que se negocie un convenio colectivo catalán?

En la FED siempre hemos sostenido que la negociación colectiva estatal es la que da mayor garantía de seguridad, jurídica y laboral, tanto para las empresas como para los trabajadores de las mismas.

Si en Cataluña quieren vincular los incrementos de precios de concierto con subidas salariales a los trabajadores, que dicen es lo que pretenden, que sigan el ejemplo de Madrid donde las mejoras salariales que libremente ofrecen las empresas puntúan en los pliegos de licitación. Esto es lo más sensato y sobre todo lo que más garantías ofrece a nuestras empresas y a los propios trabajadores.

Otra cosa es que con esta excusa se pretenda abrir un nuevo ámbito negocial en Cataluña, sin respetar, hasta ahora, la legalidad, tanto estatutaria como del propio Convenio Colectivo Marco.

El Convenio Colectivo Marco estatal señala que para la apertura de nuevos ámbitos negociales se necesita el informe favorable por parte de la Comisión Paritaria. Por tanto, lo que han hecho es constituir una mesa de negociación que adolece de defectos estatutarios y del propio convenio Marco. Si esto no se corrige, se convertirá en un pacto de eficacia limitada o en un convenio extra estatutario y que solo obligaría a las empresas asociadas de las patronales firmantes.

Y por otro lado, estamos en contra porque no se está teniendo en cuenta a todas las organizaciones patronales que hay en Cataluña, que son ocho, cada una con diversidad de socios (en cuanto a tamaño, tipo de residentes, con plaza pública o no).

Galicia, la Comunidad Valenciana y cada provincia vasca tienen su propio convenio colectivo de residencias. También lo tenía Madrid cuando usted era presidente de AMRTE, antecesor de AMADE, ¿Qué es diferente con Cataluña?

En Cataluña no existía Convenio propio de residencias, y como ya hemos señalado anteriormente, para abrir ese nuevo ámbito, necesita del informe favorable de la Comisión paritaria.

Esto es así porque tanto los sindicatos como las patronales presentes en el Convenio Colectivo Marco acordaron que, y cito textualmente del art. 7 del Convenio: “Es intención de ambas partes negociadoras reducir el número de convenios colectivos, de forma que se tienda a una mejor ordenación del sector”.

Esta filosofía sigue vigente, y en su momento ACRA, que era miembro de FED, la compartía plenamente. Si ahora por las razones que fueren han cambiado de opinión habrá que preguntarles a ellos la razón de dicho cambio.

En Madrid el Convenio existente hace años decayó por caducidad en la negociación por ambas partes, así que felizmente Madrid se pasó al Convenio Nacional.

Desde FED seguimos apostando por la negociación a través de un único Convenio para toda España y consideramos un error abrir nuevas vías de negociación para Convenios de ámbito autonómico.

Volviendo a la pandemia. Una pregunta que son dos ¿Han fallado las residencias?

En mi opinión, en absoluto han fallado las residencias, ha faltado una mayor previsión y respuesta a los grandes retos que supone la pandemia y al colapso en los recursos sanitarios, cuyas competencias corresponde al Sistema Nacional de Salud. A partir de ahí quien más ha sufrido es el colectivo más vulnerable: los mayores.

Nosotros hemos sufrido la falta de materiales sanitarios, la imposibilidad de trasladar nuestros residentes infectados a los hospitales, la falta de test para poder aislar con criterio, la falta de medicación adecuada, la gestión de las bajas laborales, etc… Dicho esto debemos aprender de la experiencia y buscar ámbitos de mejora en nuestro campo junto con una adecuada coordinación con los servicios sanitarios

Durante los momentos más duros a usted se le vio a menudo en los medios de comunicación reclamando que los residentes recibiesen aquello a lo que tenían derecho. Visto con un poco de perspectiva, ¿alguien atendió sus reclamaciones?

Tras muchas intervenciones en medios de comunicación explicando la realidad que estábamos padeciendo en las residencias, las autoridades sanitarias de las distintas CCAAS cambiaron drásticamente su forma de actuar tras la primera ola. Todo ello ayudado por la menor incidencia de contagios y menor demanda al sistema sanitario tras la disminución de ingresos hospitalarios.

Pero la presión de los medios de comunicación y el estar asistidos por la razón fue el desencadenante del cambio radical de criterio y que nuestras reclamaciones fuesen atendidas.

Cada comunidad autónoma ha actuado de forma parecida pero desigual. ¿Hay alguna comunidad que destaque por lo bien o lo mal que lo ha hecho?

En función de la incidencia de la pandemia y del estrés al que fue sometida cada área sanitaria, más que por comunidades autónomas, la respuesta fue distinta, pero en realidad con criterios muy parecidos, por lo que no se puede destacar ninguna comunidad, ni por lo bueno ni por lo malo.

Por otro lado, esta pandemia se ha utilizado como arma arrojadiza por los distintos partidos políticos y no queremos entrar en esa dinámica ni que se malinterpreten nuestras palabras.

Ahora que parece que vemos el final de lo peor algunos plantean cambiar el sistema y que las residencias sean centros con una atención sanitaria más intensa. ¿Es eso lo que deberíamos hacer?

Las residencias son y deben seguir siendo la continuación del domicilio de los residentes, buscando su mayor confort y calidad de vida. Si estos residentes tienen problemas sanitarios deben ser resueltos por los servicios sanitarios tanto de primaria como especializada.

Cuestión distinta es que, como quiera que nuestros residentes en su gran mayoría tienen patologías asociadas, tengamos unos servicios mínimos de enfermería y médicos, pero más enfocado al cuidado y apoyo a los servicios sanitarios.

Si se pretende que las residencias den más servicios sanitarios, correspondería a centros sociosanitarios no a las residencias como centros sociales y además estos centros sociosanitarios debieran contar con unos precios muy distintos.

También se plantea aumentar la presencia de profesionales, especialmente el perfil de enfermería. ¿Sería lógico establecer esa exigencia con lo que cuesta encontrar enfermeras en el mercado laboral?

No es lógico, y no sólo por la falta de enfermeras para su contratación, sino porque, insisto, los servicios sanitarios no debieran ser nuestra competencia. Tener en plantilla, como tenemos, enfermeras en nuestros centros es un lujo si lo comparamos con los servicios que se prestan en Europa.

En todo caso, ante la falta de profesionales, el Ministerio de Educación debería agilizar los trámites de miles de profesionales que se encuentran ya en España y que están inmersos en engorrosos procesos de homologación de sus títulos y que demoran su resolución incomprensiblemente entre 18 y 24 meses.

Al mismo tiempo, deberíamos fijarnos en la formación de enfermeros en Alemania, donde provienen de Formación Profesional, no de Universidad. Existen muchos aspectos y áreas dentro de la enfermería que podrían ser desarrollados por un nuevo perfil profesional: Técnico de Enfermería Geriátrica y que a la postre podría ser un ayudante/colaborador del DUE.

No se propone sustituir la figura del DUE sino complementarla ante la escasez de esos profesionales.

Hasta que todo vuelva a ser normal las residencias deben superar un momento de baja ocupación ocasionado en parte por el miedo. ¿Qué puede hacer el sector para que la gente entienda que las residencias son lugares seguros?

Sencillamente que nos conozcan mejor. Y para eso es necesario una buena política de comunicación donde ustedes juegan también un papel importante. La sociedad debe saber que las residencias españolas son lugares especializados donde se prestan servicios de calidad, donde nuestros mayores se encuentran seguros y donde se les ayuda a sus actividades de la vida diaria con una vigilancia las veinticuatro horas del día.

Sería deseable que los medios de comunicación generalistas destacasen las buenas prácticas y las noticias positivas que se dan por miles a diario en nuestro sector, lo anecdótico y raro son las malas prácticas, pero lamentablemente es a lo que se da bombo y platillo.

Pero lo que es un hecho irrefutable, es que hoy en día los espacios más seguros para cualquier persona son las residencias de mayores, puesto que tanto residentes como profesionales estamos todos vacunados.

¿Nos podría explicar cómo han ido las negociaciones en la Mesa de Diálogo Social?

Nos encontramos ante unos representantes del Gobierno que defendían a ultranza lo público y que prácticamente nos negaban la existencia al sector privado. De ahí hemos pasado a llegar a acuerdos muy interesantes y a crear una Mesa de Diálogo Social abierta y permanente para seguir abordando las distintas problemáticas.

Los acuerdos alcanzados establecen unos plazos para su ejecución, el compromiso de hacer una evaluación completa de la situación en el plazo de seis meses que conllevará, entre otras cuestiones, un análisis de los costes, una acreditación de la calidad que se ofrece en los centros, tanto públicos como privados, y un análisis del impacto que este sector produce en magnitudes como el PIB tanto en inversión como en creación de empleo y retornos directos e indirectos.

Cuestiones como la reducción de los planes de lista de espera, planes de formación adecuados y estrategias de coordinación social y sanitaria son imprescindibles para mejorar la atención y calidad a las personas en situación de dependencia que requieren estos servicios.

Para todo ello lleva incluido un aumento importante en los Presupuestos Generales de 600 millones anuales para este año y los dos siguientes. Sin duda todavía insuficiente, pero es un buen paso en la buena dirección.

Volviendo al “mundo patronal”, hace unos años dentro de la FED estaba buena parte de lo que ahora es CEAPs y AESTE. ¿Cuál es la representatividad de la FED y sus asociaciones federadas hoy?

La FED sigue siendo una de las patronales de mayor peso y más representativas del sector, como así se ha demostrado en la constitución de la mesa negociadora del VIII Convenio colectivo Marco Estatal, en la que FED junto con AESTE y ASADE somos la mayoría absoluta de la parte Patronal en dicha mesa de negociación.

¿No es malo que se haya perdido una voz única para el sector privado mercantil cuando hay que afrontar retos tan importantes?

Es una pena que no exista una única Patronal en el sector, sin duda nos daría mucha más fuerza en la interlocución y negociación en todas las áreas, pero como acabamos de ver en Madrid, se puede con voluntad clara de todos, aunar criterios, fijar objetivos y desarrollar estrategias para llegar a buenos fines.

Por último. Cuando se es empresario y presidente de una asociación patronal, ¿cuesta mucho distinguir qué se es en cada momento?

Llevo dos años ocupando el cargo de presidente de FED y es un todo un honor poderlo desempeñar y agradezco mucho la confianza que han depositado en mí. Por otro lado, este año cumplo 35 años dirigiendo el Grupo Casablanca. Lo que me proporciona una amplia experiencia, conocimiento y visión para poder liderar los cambios imprescindibles que necesita afrontar este sector.

Es un reto muy ilusionante, incluso en esta etapa tan difícil que nos ha tocado vivir, ya que estamos en un momento en el que se está prestando mucha atención a un sector importante como el nuestro y no podemos desaprovechar esta oportunidad.

Al final ha sido más tiempo de lo que me esperaba. Nos despedimos y me quedo con un sentimiento encontrado. Ha expuesto sus argumentos, pero no he conseguido que mencione a ninguna comunidad por el nombre ni cifras de representatividad. Aún así, siempre es agradable hablar con Ignacio.»